Fotos para el recuerdo (26-) - Cofradía de Jesús Caído y María Santísima de la Esperanza (Valdepeñas)

FOTOS PARA EL RECUERDO

Con el objeto de dar aún un mayor contenido a nuestra página web y nuestro blog, y principalmente para ir recordando pasajes que a pesar de que no hayan sido muchas décadas las que han pasado, pero partiendo de la base que siempre es bueno recordar, porque entre otras cosas es volver a revivir, iniciamos esta sección denominada "Fotos para recordar", en la que iremos ofreciendo acontecimientos de todo tipo que ha vivido nuestra Real Cofradía que ya camina hacia su primer centenario.

Así pues, sin comprometernos a una periodicidad fija, iremos plasmando aquí imágenes que con un breve comentario y sirviéndonos de las redes sociales, permitirán que queden para la posteridad.

Incluimos en este caso dos fotografías que corresponden a nuestra procesión de Viernes Santo del año 2001. Han pasado por tanto 13 años, que en términos de la historia puede ser que relativamente pocos, pero es muy significativa, ya que se trata de la procesión conmemorativa del 85 aniversario de la fundación de esta Cofradía, que se desarrolló con gran brillantez.

     

Diecisiete años han pasado del momento que reflejamos en estas dos fotografías.

Nos situamos. Año 1997. Las imágenes recogen la entrega de un guión y banderín al Batallón del Cuartel General recientemente creado de la Brigada Acorazada “Guadarrama” XII.

El acto se celebró en las actuales dependencias de la Policía Local. Por aquel entonces era alcalde de Valdepeñas, Victoriano González de la Aleja Saludador y el hermano mayor-presidente, Francisco Rabadán Sánchez.

Fue un 19 de diciembre cuando como consecuencia de la vinculación con la citada gran Unidad acuartelada en el Goloso (Madrid), se le entregaba por parte de nuestra cofradía un banderín al Batallón del Cuartel General de la BRIAC-XII, que recibió su entonces Teniente Coronel, Eugenio Martín Peralta.

Por su parte, el alcalde, Victoriano González de la Aleja entregó en nombre de la ciudad de Valdepeñas, un guión que desde entonces procesiona cada mediodía de Viernes Santo.

Estuvieron presentes entre otras autoridades, el Teniente General Jefe de la Región Militar Centro, Juan Manuel Bada Requena, junto al General Jefe de la Brigada Acorazada “Guadarrama” XII, Luis Calero Torrens, además de numerosas autoridades militares desplazadas tanto desde la propia Capitanía General como desde la Brigada Acorazada, así como las primeras autoridades militares de nuestra provincia.

Con anterioridad, la banda de música de la División Mecanizada “Brunete” 1 ofreció un pasacalles y rindió los honores de ordenanza a la máxima autoridad militar que presidió el acto a su llegada a la plaza de España en donde se efectuó el recibimiento, pasando posteriormente al Excelentísimo Ayuntamiento de Valdepeñas.

Tanto el guión como el banderín se custodian en el citado Batallón del Cuartel General y toman parte de los actos militares en los que participa el personal de esta Unidad.

En este caso se trata de una fotografía ciertamente histórica, pues no se ha encontrado otra similar en la que agentes de la entonces Policía Municipal, hoy identificada como Policía Local, haya acompañado un paso de nuestra Cofradía.

Se trata del paso de misterio de Jesús Despojado de sus Vestiduras. Por lo que observamos en la misma, todo está preparado para el inicio de la procesión como podemos contemplar en una se supone agradable mediodía de Viernes Santo. Los agentes situados junto al paso y la procesión se inicia.

Aunque ha costado bastante encontrar la fecha (pues la fotografía no está datada), se trata del Viernes Santo del año 1989.

Ese mismo año, la Junta de Gobierno presidida entonces por Francisco Rabadán Sánchez, acordó, a propuesta del Secretario General, Ángel López Sánchez, ofrecer el nombramiento de “Hermano Protector” al Cuerpo de la Policía Local.

La propuesta no prosperó, pues de lo contrario, y al igual que ha sucedido con el nombramiento con el Cuerpo Nacional de Policía, se había podido conmemorar este año el XXV aniversario de vinculación y hermanamiento.

No obstante, y dada las favorables circunstancias actuales, es posible que se vuelva a retomar el asunto, incluso cabe la posibilidad de que se haga con carácter retroactivo.

Como botón de muestra del deseo de la Cofradía, ahí esta la fotografía de hace un cuarto de siglo.

En este caso ambas fotografías, aunque no lo parezca, están datadas a finales de abril de 1997 (han pasado 17 años), y la importancia de las mismas viene dada porque es la primera audiencia que el Jefe del Ejército de Tierra concedía a una comisión de nuestra Cofradía, audiencia en la que también participó el alcalde de Valdepeñas, Victoriano González de la Aleja Saludador.

Por aquel entonces ostentaba la máxima representación del Ejército de Tierra, el Teniente General, José Faura Martín, y la presencia de los dirigentes de nuestra Cofradía la motivó el hecho de que en Semana Santa nos acompañara el General Fernando López de Olmedo y Gómez, que fue el primer año que un general presidía nuestra procesión de mediodía de Viernes Santo, en este caso por delegación del Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), del cual nos trasmitió su deseo de recibirnos en Madrid.

La audiencia incluyó una visita por el Palacio de Buenavista, sede del Cuartel General del Ejército. En la escalera principal y junto a la puerta de acceso, el General Fernando López de Olmedo y Gómez recibió la comisión que encabezó el hermano mayor y presidente, Francisco Rabadán Sánchez,  pasando a compartir un desayuno de trabajo en la que el Comandante de Estado Mayor, José Antonio Alonso Miranda explicó la nueva reorganización del Ejército aplicada a
través del denominado “Plan Norte”.

Se realizó una detenida visita por la zona noble del Palacio de Buenavista, su colección de pintura, escultura, tapices, frescos, relojes y mobiliario de época, recorriendo los salones Goya, Teniers, despacho de audiencia, salón D. Quijote, salón General Prim y salón de Embajadores. Todas las explicaciones corrieron a cargo del Teniente Coronel Diplomado en Estado Mayor, Marín Bello Crespo.

Ya en el despacho del Jefe del Ejército, José Faura Martín, al que se le conocía de su paso por la Capitanía General de Madrid, de la que ostentó su máxima responsabilidad, se le explicó la vinculación existente de esta Cofradía desde 1987 con el Ejército y las Fuerzas Armadas.

El general Faura rubricó el libro de honor de la Cofradía y agradeció el cariño manifestado hacia la institución de la que por aquel entonces era el máximo responsable uniformado, sintiéndose –dijo- como un cofrade más.

El intercambio de recuerdos dio por finalizada la Audiencia, no así la estancia en el Cuartel General del Ejército.

En este caso aunque sean dos fotografías que se pueden considerar más recientes en el tiempo, no obstante ambas ya han sobrepasado la década, y son significativas, pues se trata de la bendición del actual estandarte y de la entrega del Diario LANZA del premio “Vino Blanco”, que hasta ahora no ha recibido ninguna otra cofradía o hermandad.

La primera, es la de la bendición del estandarte, y está datada en abril del año 2003, y la segunda es de la entrega por parte del Diario LANZA del premio “Vino Blanco”, (enero 2004) al considerar a nuestra Cofradía “una de las más representativas”, como se dijo en el citado acto.

En cuanto a la primera de ellas se trata de la bendición del nuevo estandarte que se estrenó en la Semana Santa de 2003, siendo bendecido en la mañana del Jueves Santo por el entonces consiliario y párroco de la Asunción, Julián Ramírez Manzanares.

El nuevo estandarte fue encargado en el mes de enero y entregado en el mes de marzo, realizado en los talleres del sevillano Juan Campo Santacruz, aunque residente en Madrid, manteniendo el mismo lienzo de María Santísima de la Esperanza que donara en la década de los años ochenta el pintor y Doctor en Bellas Artes, Enrique Pedrero Muñoz. Su presentación se hizo en el acto cuaresmal celebrado por vez primera en las instalaciones de la compañía Tecnobit, coincidiendo con la oficialidad del hermanamiento con las hermandades de la Oración del Huerto y de San Isidro Labrador de Ciudad Real y se rindió un homenaje a los Ejércitos y a la Armada. En cuanto a la bendición por parte de D. Julián, se aprovechó un receso en los preparativos de la mañana de Jueves Santo. Fueron testigos de esta bendición en el entonces teniente de alcalde Festejos, Antonio de la Torre Camacho, y del portavoz del grupo municipal socialista, Jesús Martín Rodríguez-Caro, que meses después se convertiría en alcalde de esta ciudad.

En cuanto al acto organizado por el Diario LANZA se desarrolló en Salones “Nuevo Real”, con la presencia del entonces subdelegado del Gobierno, Jaime Lobo, el presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, así como el comandante militar de Ciudad real, Javier Jiménez Castillejo, la directora del Diario LANZA, Laura Espinar, y las primeras autoridades locales entre otros.

El por aquel entonces delegado del Diario LANZA, Ramón Fernández Gómez justificó la entrega del galardón “Vino Blanco” (un escultura obra de José Lillo), al ser nuestra Cofradía “una de las que mayor proyección tiene fuera de Valdepeñas al estar vinculada con las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

El entonces hermano mayor-presidente, Francisco Rabadán Sánchez y el secretario general, Ángel López Sánchez, recibieron de manos del alcalde, Jesús Martín Rodríguez-Caro el galardón en nombre de toda la Cofradía, respondiendo con unas palabras de agradecimiento el secretario general.

Cuando ya pasaron los acontecimientos del “Año de la Fe”, culminado con la Magna Procesión Mariana, convoqué a diversos cofrades refundadores de esta cofradía que residen en Valdepeñas, y entré en contacto con otros que viven fuera, entre ellos, Juan Rodríguez Baeza, que fijó hace muchos años su residencia en Madrid, y que es uno de los actuales hermanos en el exterior de aquella época de principios de los 60 del siglo pasado con el que más contacto mantenemos.

A Rodríguez Baeza –como al resto- les solicitaba datos, recuerdos, vivencias, alguna fotografía, y ya han llegado.

Las dos fotografías que incluimos en este comentario datan del año 1964. Es decir, el próximo Viernes Santo hará 50 años, medio siglo, ahí es nada.

Ambas fotografías están captadas con una cámara particular de alguno de los que aparecen en la misma, y casi se definen por sí solas.

En la primera, y junto a la desaparecida “Cruz de los caídos”, están el ya citado Rafael Hurtado, Victoria Gallego, una de sus hermanas, Matías Brotóns y otros hermanos más de la Cofradía cuyos nombres no recuerda nuestro cofrade Rodríguez Baeza.

La otra fotografía (fíjense en la parte de la derecha la señora que sale de la parroquia), está hecha ante la puerta de los Apóstoles o Puerta del Sol de la Parroquia de la Asunción.

La procesión ya ha terminado, el cofrade de la izquierda lleva en sus manos las talegas petitorias. Y en cuanto a los que figuran en la misma, ya no están las jóvenes tocadas de mantilla española, y entre los que se reconocen, están los mismos que la anterior y Francisco Rabadán (parte de la derecha).

Es de suponer que la primera foto la pudo hacer Francisco Rabadán y la segunda la hiciera Matías Brotóns, pero esto es una conjetura.

Relata Juan Rodríguez Baeza que en 1963 la procesión fue tan triste y tan pobre (recordamos que oficialmente se reorganizó en 1962, pero antes algunas de las imágenes se procesionaban, y no me refiero a partir de 1916, sino a la segunda etapa) que algunos de los que estaban viendo la procesión tuvieron que tomar el relevo de los chicos que llevaban la imagen de Jesús Despojado de sus Vestiduras, a la altura de la calle Cervantes y ellos se encargaron de poder terminar la procesión.

Esta reacción espontánea y el empuje de Radio Juventud de Valdepeñas con Matías Sánchez Carrasco al frente, permitió que a partir del año siguiente, la Cofradía tomara otro cariz.

Relata igualmente Rodríguez Baeza que las túnicas que acompañaban a la imagen de Jesús Despojado eran moradas con capa blanca, se supone que las mismas que salían en procesión cuando se fundó la Cofradía en 1916, incluso aporta un dato inédito, que las que acompañaron a Jesús con la Cruz eran moradas con esclavina dorsal blanca.

Fue a raíz de traer Rafael Hurtado un penitente de la hermandad sevillana de la Virgen de la Esperanza, cuando se adoptó el actual color verde y blanco, manteniendo el cordón de unión morado como símbolo de la pasión.

En este caso son tres fotografías las que vamos a incluir en este apartado. Se trata de unas fotos curiosas de nuestra imagen de Jesús Caído, todas ellas de hace ya 22 años (aparece que fue ayer, pero están fechadas en 1992), y son curiosas por el emplazamiento.

En el mes de julio de 1991 se encargó la talla en madera de Nuestro Padre Jesús Caído a los escultores madrileños ALSINA, establecimiento situado en la calle Bordadores, cercano a la Plaza Mayor.

En el mes de marzo, un 28 de marzo, la talla llegó a Valdepeñas, no sin vivir ciertas odiseas como queda reflejado en “Fotos para recordar IX“, pero eso ya poco importa.

Cuando llegó en Valdepeñas, se situó en la parroquia de la Asunción, concretamente como figura en la fotografía en la parte junto al Sagrario, y fue bendecida por el entonces párroco, Julián Ramírez Manzanares el día 9 de abril, fecha previa a su primera salida procesional.

Pero antes se trasladó a la Sala de Dibujos de la Fundación Gregorio Prieto, ya que el día 4 de abril se celebró el acto de proclamación del pregón pasional que corrió a cargo del profesor universitario jienense José Luis Buendía López. El acto –único de este tipo que se ha celebrado en el lugar indicado- contó con la participación del saetero Demetrio Antequera. De su voz se escucharon las primeras saetas a Nuestro Padre Jesús Caído (la foto habla por si sola y hace buena aquella máxima de que una fotografía vale más que mil palabras).

También actuó el sexteto de pulso y púa Donado Mazarrón, se entregaron unos reconocimientos (réplicas de penitentes) y el acto resultó todo un éxito.

Llegó la primera salida procesional que se efectuó el 17 de abril, y todo parecía indicar que su destino posterior iba a ser la capilla de San Marcos, pues así se había consensuado con la autoridad religiosa. Al final no se pudo llevar a cabo lo previsto y terminó en la casa de un directivo de por aquel entonces, hasta que finalmente se llevó a la nave guardapasos.

Este año y previa las gestiones realizadas se podrá venerar como muy tarde a partir de que termine la Semana Santa, en la capilla del Tanatorio de Los Llanos, pues así ha sido aprobado por los propietarios de la empresa y tras el visto bueno de las autoridades religiosas competentes.

Observamos que en las tres fotografías tiene la madera policromada para poder ser procesionado sin túnica, circunstancia que nunca ha ocurrido así, de hecho a raíz de su restauración por el deterioro que en el año 2003 hizo el escultor Francisco Ortega, hubo que dejarlo en la madera de pino sin policromar.

Para la capilla del Tanatorio utilizará la túnica que estrenó en el año 1992 y que procesionó hasta el año 2000, estrenando la actual de procesión en el año 2001, donación anónima que gestionó el hermano mayor-presidente, Tomás Muñoz Salas.

En estas dos fotografías lo que queremos destacar en la presencia de la Guardia Romana, los populares y entrañables “armaos” que tanto colorido daban a nuestras procesiones.

La primera de las fotografías, la de blanco y negro es de principios de la década de los años 60, coincidiendo con la refundación de nuestra Cofradía. Situamos la misma en la confluencia de Seis de Junio con Torrecillas.

Si nos detenemos un poco en algunos detalles, bueno, pues vemos como una representación de la Guardia Romana precede a la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas. Nos llama la atención que hay muchos niños y niñas en el paso de la procesión, a pie de calle.

A la izquierda de la imagen, el desaparecido “Mesón del Vino”, y a continuación en un edificio ya inexistente, el despacho de diversos carburantes que por aquel entonces existía, en lo que luego fue el edificio que acogió en sus bajos el Banco Hispano Americano (actual Santander).

La segunda foto –la de color- está datada en 1988. Han pasado por tanto 23 semana santas. La reorganizada Guardia Romana antecede al paso de Jesús con la Cruz a Cuestas.

Si observamos, vemos que hay edificaciones completamente distintas a las de la fotografía de blanco negro, eso sí, la casualidad ha querido que la instantánea se captara en el mismo lugar.

GUARDIA ROMANA

Hay que recordar que la Guardia Romana adquirió notoriedad en Valdepeñas, reorganizándose al igual que algunas hermandades y cofradías tras el triste episodio 1936-1939, pero en origen se remonta a muchos antes de esa época.

Hubo etapas de gran vinculación a la hermandad del Santísimo Cristo, o con la cofradía de Jesús Orando en el Huerto, pero a mediados de los años setenta desaparecieron.

Los armaos -los había de caballería y de infantería, tocaban instrumentos como tambores y cornetas y utilizaban grados del ámbito castrense-, hacían el prendimiento en la tarde del Jueves Santo en la plaza de España. Buscaban a Jesús durante toda la mañana de ese día, y acompañaban la mayoría de las procesiones.

La creación en 1987 de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa con el desaparecido Antonio León Grande como presidente, permitió que en 1998 volvieran a nuestra Semana Santa, se viera en nuestras calles a esos jóvenes músicos vestidos de romanos –remedo de la guardia del procurador de Judea: Pilato- dando brillantez y colorido, pero la aventura únicamente duró 10 años, a pesar del esfuerzo de todos ellos y de la importante inversión que se hizo, pues por aquel entonces yo era el secretario de la citada Agrupación.

Ahora podemos afirmar con rotundidad que la Guardia Romana no volverá ya nunca a nuestras calles. La añoranza nos embarga, máxime sabiendo que poblaciones con menor número de habitantes tienen extraordinarias centurias romanas que perduran con el paso del tiempo.

En este caso son dos fotografías las que comentamos, aunque del mismo acto, y nos retrotraen en el tiempo a la friolera de 20 años. Se trata de la audiencia que concedió el entonces Capitán General de la Región Militar Centro, Vicente Cervera García, que era ya la cuarta vez que se llevaba a cabo desde que se concedió por parte de nuestra Cofradía la Presidencia de Honor al Ejército. Se trataba de la renovación del citado nombramiento al hacerse cargo de la misma el Teniente General Vicente Cervera.

El acto tuvo un formato similar al que se llevó a cabo en las anteriores visitas con los Capitanes Generales Gustavo Urrutia Gracia, Eloy Rovira Montero y José Rodrigo Rodrigo, es decir, audiencia en el despacho oficial, en la que estuvo presente el Estado Mayor de Capitanía. Hubo unas palabras del secretario general de esta Cofradía, Ángel López Sánchez, en las que recordó la unión existente con diferentes unidades militares, haciendo hincapié también en el año de fundación de nuestra cofradía, así como la vinculación con la Guardia Civil.

Por su parte, el Capitán General Vicente Cervera expresó su deseo de que el hermanamiento existente se afianzara y perdurara a lo largo de los años, agradeciendo al mismo tiempo la visita de una comisión de esta Cofradía.

Hubo rúbrica del libro de honor, y el entonces hermano mayor-presidente, Francisco Rabadán Sánchez le hizo entrega de una fotografía dedicada de la imagen de Jesús Caído, así como de un escudo de la Ciudad de Valdepeñas, por gentileza del Excelentísimo Ayuntamiento.

El brindis se llevó a cabo en la Sala de Juntas “Teniente General Quintana Lacaci”.

Las dos fotografías están captadas en el mes de noviembre de 1994 en el despacho del máximo responsable del Ejército de Tierra en la Región Militar Centro, en la madrileña calle Mayor, y además del paso del tiempo, recordemos que un directivo, en el caso de Ángel López Tello Díaz, falleció al año siguiente, en 1995.

En este caso estas dos fotografías nos remontan al 6 de octubre de 1987, por lo que llegado el día correspondiente del calendario las contemplan 27 años. Se trata de la segunda visita que en el mismo año se realizaba a Capitanía General de la región Militar Centro (antes Primera Región Militar).

Aunque la primera visita se llevó a cabo el día 3 de abril de 1987, con ocasión de entregar el nombramiento de Presidente de Honor al Ejército Español que recogió el Capitán General, Gustavo Urrutia Gracia (no se han encontrado ninguna fotografía de esa primera visita), al pasar este a la reserva en el mes de junio, se solicitó renovación del nombramiento para continuar la vinculación ya iniciada.

Como la respuesta fue favorable, una comisión compuesta por el entonces hermano mayor-presidente, Francisco Rabadán Sánchez, los vicepresidentes, Manuel Barchino Maroto y Enrique Pedrero Muñoz, el secretario general, Ángel López Sánchez y el entonces vicesecretario, Pedro López García, se desplazaron el 6 de octubre de 1987 a la sede de Capitanía General en el número 79 de la madrileña calle Mayor.

El Capitán General, Eloy Rovira Montero recibió el pergamino realizado por el cofrade y Doctor en Bellas Artes, Enrique Pedrero Muñoz, mediante el cual quedaba explicitado que el Ejército Español ostentaba la Presidencia Honorífica de nuestra Cofradía. Testigo de la entrega fue también el General jefe de Estado Mayor de Capitanía, Francisco López García.

El acto institucional se desarrolló en la Sala de Juntas “Teniente General Guillermo Quintana Lacaci”, en donde estuvieron presentes todos los Jefes de la citada Capitanía General.

Hubo intervenciones del secretario general, Ángel López Sánchez que recordó la vinculación iniciada en el mes de abril del citado año, nombramiento que coincidía con el XXV aniversario de la reorganización de la Cofradía (1962-1987), mostrando el profundo afecto por las Fuerzas Armadas, agradeciendo la nutrida presencia militar que asistió a la procesión de Viernes Santo.

El entonces Capitán General, Eloy Rovira agradeció las muestras de cariño que le trasladaron los representantes de esta Cofradía y se mostró totalmente dispuesto a continuar con el hermanamiento existente, manifestando igualmente que el mismo siguiera patente a lo largo de los años.

El correspondiente vino español y el intercambio de recuerdos dio por finalizado el acto oficial.

En este caso las dos fotografías corresponden a la desaparecida capilla de Nazaret, que en los comienzos de los años ochenta albergó la imagen de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, propiedad –la imagen- de esta Cofradía.

Esta capilla estaba ubicada sobre una casa del barrio de San Pedro, al que coloquialmente se le ha conocido siempre como el de la “Venta del aire”.

Resulta que a petición de Catalina Moreno de Diezmas, tanto la imagen de Jesús Despojado de sus Vestiduras fue llevada a la capilla de la Virgen de Fátima para su veneración, en donde aún permanece, mientras que la de Jesús con la Cruz a Cuestas tuvo como destino la citada capilla de Nazaret, ambas bajo la tutela de la parroquia del Santísimo Cristo de la Misericordia.

Con el paso del tiempo se fue deteriorando la edificación en donde se encontraba la imagen de Jesús con la Cruz a Cuestas, cuya humedad era evidente y además peligraba la cubierta, por lo que se optó inicialmente por trasladarle a la capilla de la Virgen de la Cabeza, pasando posteriormente a la nave guardapasos que es donde se encuentra en la actualidad.

Si se observa la foto vemos que la cruz, ante la falta de espacio se puso sobre la pared. Un lamparario figura en la parte de la izquierda y la imagen está en una especie de hornacina.

Las fotos están captadas en un día de celebración de misa, ya que se oficiaba la misma un día a la semana, principalmente los sábados.

Mucha gente podrá hacerse una idea de cómo estaba construida la capilla, que para otros resultará completamente desconocida.

En este caso las dos fotografías recogen una de las visitas realizadas a la Capitanía General de la Región Militar Centro, antes conocida como Primera Región Militar. Concretamente fue la tercera visita oficial.

Para situarnos hay que retroceder a diciembre del año 1989, es decir, que han pasado ya 25 años, todo un cuarto de siglo, aunque si aplicáramos las matemáticas habría que decir que se cumplirían estos 25 años al término de este año, pues ya decimos que este encuentro con el entonces Capitán General, José Rodrigo Rodrigo se produjo en el mes de diciembre del año indicado.

Las instantáneas están captadas en la Sala de Reuniones “Quintana Lacaci”. En el transcurso del acto le fue entregado al Capitán General un artístico pergamino en el que se renovaba el nombramiento de Presidente de Honor para el Ejército.

En este punto conviene recordar que la primera visita a Capitán General, situada en la madrileña calle Mayor, se llevó a cabo en abril de 1987, pues a tenor de conceder la Presidencia de Honor al Ejército, fue aceptada la misma por el máximo responsable militar de aquel entonces, Gustavo Urrutia Gracia, iniciándose la cooperación del Ejército con la presencia del desaparecido Regimiento de Artillería de Ciudad Real desde aquel año en nuestra procesión.

Con posterioridad ese nombramiento fue renovado con el Capitán General Eloy Rovira Montero, y en el caso que nos ocupa con José Rodrigo Rodrigo, pues era tradición que cada vez que se producía un relevo en el mando de la citada Capitanía, se procedía a esa renovación mediante la entrega de un pergamino personalizado.

El acto incluyó unas palabras del secretario general, Ángel López Sánchez, en la que recordó la vinculación existente con el Ejército, y los animó a seguir prestando con ejemplaridad y profesionalidad la tarea encomendada, además de reiterar el afecto y lealtad al Ejército.

El Capitán General agradeció las palabras pronunciadas, recordó su ascendencia manchega y finalizó congratulándose de que la sociedad reconociera la labor que realiza el Ejército.

El intercambio de unos obsequios y un brindis completaron el acto.

Estas dos fotografías nos remontan a noviembre de 1993. Se han cumplido por tanto más de 20 años. Se trata de los actos organizados con motivo de hacer oficial y rubricar el hermanamiento que había sido aceptado en el mes de junio del citado año, en el que se le otorgó la Presidencia de Honor al General Jefe de la División Mecanizada “Brunete” 1, y por delegación del mismo en el General Jefe de la Brigada de Infantería Acorazada “Guadarrama” XII, acuartelada en la localidad madrileña de “El Goloso”.

Este nombramiento tuvo su parte institucional en el transcurso de un sencillo pero emotivo acto desarrollado en el Salón de Plenos del Excelentísimo Ayuntamiento de Valdepeñas, recibiendo el mismo el entonces General Jefe, Evaristo Muñoz Manero.

Con tal motivo se organizó una jornada completa que incluyó visitas a distintas bodegas de Valdepeñas, Museos, así como a la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, y al templo de la poesía del Grupo Artístico y Literario “El Trascacho”.

El acto institucional celebrado en el Salón de Plenos bajo la presidencia del por aquel entonces alcalde, Salvador Galán Ruiz-Poveda, que junto al resto de miembros de la Corporación Municipal y de numerosas autoridades civiles y militares quisieron estar presentes en este importante acto para nuestra Cofradía.

Además de intercambiarse distintos recuerdos, se le hizo entrega al General Muñoz Manero de un pergamino realizado por el cofrade Manuel Fresneda Sánchez, en el que quedaba constancia de este acontecimiento.

En las fotografías se puede ver el grupo de cofrades, junto al entonces alcalde y al General Muñoz Manero en el salón de plenos del Ayuntamiento, y en la otra, una de las visitas realizadas durante la jornada de convivencia.

Desde hace por tanto más de 30 años, nuestra Cofradía mantiene una excelente cooperación con la Brigada Acorazada “Guadarrama” XII, y desde la Semana Santa del año 1994, no ha faltado ningún año una nutrida representación de la citada Gran Unidad en nuestra procesión de mediodía de Viernes Santo.

Con posterioridad (año 1997) se hizo entrega de un guión y banderín al Batallón del Cuartel General de la citada Brigada, pero las fotografías y comentarios de este acto quedan para otra ocasión.

En este caso son dos fotografías pero del mismo acto. Nos remontamos a enero de 1992. Han transcurrido por tanto 22 años.

Se trata de dos instantáneas del homenaje que nuestra Cofradía organizó al Comandante de la Guardia Civil, José Herrera García Lora, por su ascenso a ese empleo y ser destinado a la Comandancia de Granada.

El acto se desarrolló en Bodegas Los Llanos y asistieron numerosas autoridades, entre ellas el Gobernador Militar, por aquel entonces Pedro Díaz Tablada, así como el Gobernador Civil, Tomás Morcillo Cuenca, así como el Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Ciudad Real, Francisco Gálvez Jiménez, además de autoridades locales y mandos de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.

Con este homenaje se quiso agradecer públicamente la colaboración prestada por José Herrera García-Lora en los años que permaneció como Capitán al frente de la 3ª Compañía de la Guardia Civil con sede en Valdepeñas.

Por este motivo se le entregó un pergamino realizado por el cofrade y hoy Doctor en Bellas Artes, Enrique Pedrero Muñoz, así como un ramo de flores a su esposa, Maribel Díaz Jiménez.

El por aquel entonces capitán Herrera, que ya en su empleo de coronel fue objeto de la entrega de un reconocimiento en el año 2010, en el tradicional acto cuaresmal que acoge las instalaciones de la compañía Tecnobit,  marcó huella durante su estancia en Valdepeñas al frente de la tercera compañía a la que se incorporó en noviembre de 1986 y estuvo hasta 1991, en donde gracias a su eficaz gestión y sus buenos contactos, pudimos estar con Su Majestad El Rey en los años 1987, 1988 y 1991, procediendo a la entrega a D. Juan Carlos I del nombramiento de Hermano Mayor Honorario y Perpetuo.

También nos abrió muchas puertas en el seno de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, además de ser un hombre de profundas creencias religiosas.

Ascendió a Comandante en 1991 y fue trasladado en enero de 1992 a la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, y tras su ascenso a Teniente Coronel fue nombrado Jefe de la Comandancia de Lugo a donde llegó en julio del año 2000 y en donde permaneció hasta que en 2009 año ascendió a Coronel y fue trasladado a Canarias en donde terminó su labor profesional. A pesar de la distancia, nuestra cofradía mantiene vínculos con el ahora coronel en la reserva, José Herrera.

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